Si todavía no lo conoces, déjanos contarte que la ruta de los cátaros es uno de los mayores atractivos turísticos de Francia. Es una ruta que incluye varias ciudades de carácter histórico que tuvieron una importancia fundamental en el siglo XIII por varias razones, pero sobre todo estratégicas. Una de las principales regiones por donde cursa esta ruta es Ariège-Pyrénées, un pequeño departamento al sur que no ha olvidado su historia, consiguiendo mantener intacto todo su patrimonio arquitectónico. En 1249, Ariège fue testigo principal de cómo desaparecieron los últimos cátaros de la zona, dando así paso a toda una ruta repleta de historia y anécdotas por el sur de Francia.
Unas vacaciones en búsqueda del catarismo
Toda la ruta de los cátaros está basada en los principales castillos de las zonas, por lo que la ruta debería dar comienzo en Carcasona, ciudad medieval por excelencia. El conjunto histórico de esta ciudad es uno de los más grandes de Europa en cuanto a edificios de la Edad Media. Pero centrémonos, de momento, en el departamento de Ariège.
Durante tus vacaciones en búsqueda del catarismo, debes saber que el principal y el más importante castillo del departamento de Ariège es el castillo de Foix, edificado en el siglo XI, cuyo señor fue Raymond Roger de Foix, gran defensor de los cátaros, tanto que su condado se convirtió en un santuario para los perseguidos.
Lordat, Miglos, Roquefixade, Usson, Montaillou... Estos son otros de los castillos de la ruta de los cátaros a su paso por Ariège, aunque se encuentran hoy en día completamente destruidos, siguen siendo una maravillosa forma de teletransportarse en el tiempo e imaginarse la vida de aquella época.
Otro de los lugares que no pueden faltar en tus vacaciones en búsqueda del catarismo es Montaillou, pueblecito situado en el límite del Ariège y del Aude, mundialmente conocido por su pasado cátaro. En la meseta castral que domina el pueblo, se erigen los vestigios del castillo de los señores de Aillon.
Y, por último, la ruta de los cátaros la podríamos terminar en Montségur, cuyo castillo se encuentra edificado en lo alto de un peñasco rocoso a 1.200 metros de altitud. Convertido en un símbolo de la resistencia frente a la represión, Montségur es el último refugio para los cátaros, perseguidos desde hacía años por el ejército del Papa en todo el Midi de Francia. La tragedia vivida en este lugar, y también los rumores sobre un eventual tesoro y el carácter topográfico tan particular del sitio han otorgado a Montségur una dimensión fantástica. Calificada de templo solar o de castillo del Graal, atrae a un sinfín de apasionados por el esoterismo venidos del mundo entero.
Sin duda, unas vacaciones en búsqueda del catarismo por el sur de Francia es un plan perfecto para pasar unas agradables y entretenidas vacaciones en familia con los niños.