Si tus vacaciones son de caminar, conocer y visitar sitios nuevos sin importarte que no haya ni mar ni plaza, entonces Cuenca te espera. Esta pequeña ciudad de Castilla La Mancha ha vivido mucha historia, ha visto la llegada de las invasiones bárbaras durante la Edad Media. En Cuenca hay mucho más que visitar a parte de sus famosas Casas Colgadas, así que te invito a seguir leyendo lo que te vamos a contar, que no va a ser poco, para que tu lista de cosas a visitar en Cuenca sea de lo más completa.
Los campings en Cuenca
Si buscas un alojamiento en Cuenca, cerca de todas las atracciones turísticas y donde, además, puedas relajarte, entonces los campings en Cuenca te esperan.
Los campings en Cuenca cuentan con las mejores instalaciones para que sus huéspedes se sientan como en casa. Si quieres pasar unas agradables y tranquilas vacaciones en familia, los campings en Cuenca son el lugar idóneo donde tus hijos encontrarán mil cosas a hacer cada día.
Con diferentes tipos de alojamientos, podrás elegir sin problema entre un bungalow, una cabaña o una amplia parcela donde poder instalar ya sea tu tienda, caravana o autocaravana. Sea cual sea el tipo de alojamiento que más se adapte a ti, a vosotros y a vuestras necesidades, te encontrarás con mucha vegatación y sombra alrededor, para hacer lo más agradable posible tu estancia.
Los campings en Cuenca cuentan con piscina donde poder darte un refrescante chapuzón siempre que quieras y piscina infantil para que tus hijos también se puedan divertir sin peligro alguno. Pero no solo será ese el divertimento para tus hijos. Los campings en Cuenca cuentan también con animaciones infantiles impartidas diariamente, por si un día decidís tomaroslo con tranquilidad y decidís aprovechar al máximo todo lo que los campings en Cuenca ofrece.
Sea cual sea el camping que elijáis dentro de estos campings en Castilla La Mancha, será una gran elección.
Cuenca engaña, y mucho. A primera vista parece pequeña, sin muchos lugares a los que poder visitar, pero, repetimos, engaña.
Tu primera parada, y obigatoria, deben ser las Casas Colgadas. Son el primer referente de esta ciudad. Estas casas fueron construidas 600 años atrás, en un espacio al borde las Hoces del Río Júcar, y donde tan solo se podía construir un edificio. A día de hoy, dos de ellas sirven como Museo de Arte Abstracto Español, habiendo permanecia vacías durante más de medio siglo.
Si quieres obtener la mejor vista de las Casas Colgadas, lo mejor es que vayas al Puente San Pablo. Este puente fue construido en 1902 tras haberse desplomado el anterior, construido entre 1533 y 1589. Desde aquí, tendrás las vistas más típicas y fotografiables de las Casas Colgadas.
Para conocer bien la ciudad, te recomendamos visitarla desde la parte alta hasta la parte baja. No solo caminar cuesta abajo es mucho más agradable, sino que así podrás ver la muralla que aún sobrevive y entrar por la arco de Bezudo. Si no queréis subir caminando hasta la parte alta, nos ha chivado un pajarito que disponéis de un autobús urbano desde la Plaza Mayor. No os olvidéis de visitar la calle de las Casas de Colores, las cuales eran originalmente blancas, pero en el siglo XVlll se empezaron a pintar de colores vivos sin razón aparente.
¿Sabías que Cuenca fue una ciudad de rascacielos? Aquí se construyeron los primeros edificios de 10 plantas. Lo curioso es que desde la calle, las fachadas cuentan con tan solo 3 ó 4 pisos, pero por su fachada posterior se prolongan hasta doce.
Como buena ciudad medieval, Cuenca tiene su propio castillo, aunque con el paso del tiempo tan solo quedan restos de la muralla y un arco de entrada.
La Plaza Mayor de Cuenca no es como te la imaginas. De hecho, no se parece a ninguna otra Plaza Mayor de las demás ciudades españolas. Es una de las plazas más bonitas y monumentales de la ciudad, con el edificio del Ayuntamiento, de estilo barroco, levantado sobre tres arcos de medio punto, y en la otra punta de la plaza se encuentra la Catedral de Cuenca y en perpendicular el convento de las Petras, del siglo XVl con una bonita fuente en su fachada.
Como el casco histórico de Cuenca se fue construyendo sobre las hoces de dos ríos Júcar y Huécar, formado un relieve geológico impresionante, por donde podrás pasear sin problema y así admirar las maravillas que hace la naturaleza.
Otra parada obligatoria, donde tendrás unas vistas increíbles, es el Parador de Cuenca. El edificio en cuestión fue construido en 1523 y sirvió como Convento de los Padres Dominicos. En 1993 fue abierto al público y cuenta además con visitas guiadas gratuitas a las 20:30 de la tarde.
Si quieres también tener unas vistas increíbles de las hoz del Júcar y de la Sierra de Cuenca, entonces no te puedes perder el Ventano del Diablo, un mirador en una semicueva a pie de carretea de camino a la Ciudad Encantada. A unos 25 kilómetros de Cuenca, en pleno Parque de la Serranía de Cuenca, la Ciudad Encantada es el verdadero fruto de lo que es capaz el paso del agua sobre un terreno. Fue declarado Sitio Natural de Interés Nacional en 1929 y es un lugar visitado por geólogos de todo el mundo. Ofrecen visitas guiadas por un precio bastante econónimo, teniendo en cuenta la duración de la visita (hora y media) y la cantidad de datos y detalles que conocerás.
Cuenca es una de las cinco provincias de Castilla La Mancha y la segunda más visitada, después de Toledo, claro está. Su rico patrimonio, su historia y la naturaleza que la rodea son la combinación perfecta para un destino turístico.
Clima
El clima de Cuenca es primordialmente mediterráneo con influencia continental. Por esto, en invierno las temperaturas son frías comparadas con las cálidas del verano.
Cómo llegar
- En avión: el aeropuerto más cercano es Madrid-Barajas Adolfo Suárez, a 170 kilómetros de tu destino final.
- En tren: Cuenca cuenta con su propia estación de tren, por la que pasa la línea de ferrocarril Madrid>Cuenca>Valencia.
- En coche: Cuenca se encuentra a 1 hora y 45 minutos de Madrid y a poco más de dos horas de Valencia.
- En autobús: no te será complicado encontrar una línea de autobús que haga parada en Cuenca desde muchas ciudades españolas.